Tu amor es mi hogar, aunque solo sea real en mis sueños y divagues, es así igual, porque lo decreto y lo imagino, y si yo quiero dentro de mi mentira se vuelve verdad.
La ruta me atrapa y trae tu sonrisa a mi cabeza constantemente como una foto sensorial inolvidable, mi corazón se siente pleno al saber que guarda ese brillo como un tesoro, acariciando mi alma cada vez resurge.
Ojalá algún día puedas contemplar la maravilla de tu ser con mi subjetividad, y así ser consciente la idealización hermosa que produce tu existencia.
Sería algo sublime que el milagro ocurra y te quedes a vivir en lo profundo de mis sentimientos, pero en el mundo real. O por lo menos que el suspiro de un ángel me borre la memoria de este alocado verano y no deje rastros de este manco amor.
Pero aunque todo esto sea producto del enrosque que causa mi cabeza sin alimentarse de ninguna esperanza, sabiendo que al final solo está el paredón para hacer más fuerte y catastrófico el golpe, igual, yo quiero quererte, lo mismo da.
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