No me interesa pecar de intensa ni perder la dignidad, solo quiero en esta carta escupirte toda mi verdad.
Que tus ojos son mi lucero y tú sonrisa mi norte, que por las noches aún espero que vuelvas a mí esperanza salvar.
No me interesa pecar de intensa, si ya tu amor no me pude ganar, dejo la dignidad nuevamente en el freezer y con muy poco me puedo conformar.
Me muero por enamorarte y ser dueña de tus sueños, me encantaría ser tu ‘juntos a la par’, pero si solo tengo tu cuerpo puedo ser feliz igual.
No sé porqué siempre tanto enigma, no sé porqué ni sí ni no, no sé porqué mi escasa paciencia con tanto vuelteo aún no se agotó.
Sería increíble poder olvidarte, encontrar alguien más que me haga fantasear igual, sería tan lindo de mi mente sacarte o que seas solo un buen trofeo y nada más.
En los momentos en que la soledad apabullante hace a tu recuerdo brillar, tomo el teléfono y te escribo. Pero con vos ya está todo perdido, nunca logramos llegar a ningún lugar.