El mundo cambia, gira, no espera a los demás, no tiene tiempo para nadie. Uno nunca llega a acostumbrarse y tomarle el tiempo, casi siempre te toma por sorpresa, y otra vez, un callejón sin salida, del cual no podes escapar, donde tenes que aprender a ser fuerte y tomar decisiones, donde no existe la fragilidad, donde tenes que CRECER.
Crecer, ¿Qué es crecer? Para muchos es ganar un poco más de altura, que se te caiga un diente de leche, etc. … Para el mundo es madurar, es no depender de nadie más que vos mismo, es cometer millones de errores para aprender de ellos, quizás también, para llegar al destino, finalmente, que todos buscamos.
Y como siempre, me fui por la tangente. Hablábamos del mundo, de sus tiempos ¿Quién los maneja? ¿Cómo se manejan? ¿Será que lo que nadie vio, esta enfrente de los propios ojos? Sera, tal vez, que aprendemos a verlo, cuando ya no hace falta.







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